Había quedado con una chica y entrábamos en un bar, por la noche. Yo iba comiendo fuet con pan, como quien va fumando, oiga. Al entrar ella pasa, a mi me paran por llevar una bolsa. Usted no puede entrar así, que puede esconder explosivos. Me atacan entre dos gorilas de los que no me defiendo, si no que voy esquivando como puedo, hasta que tropiezo con el jefe de seguridad.
"Hola, Jose, cuánto tiempo…" Me saluda un compañero del colegio que entró al ejército, pasó por Yugoslavia y creo que ahora está en los antidisturbios. "No sé como vienes a este local de mala muerte, además hoy se va a liar, hoy es el día. Si puedes salir de Madrid, sal. ¿Recuerdas como se usan los tonfas? Escóndete este bajo la manga del abrigo. Si desenroscas la empuñadura es un machete, este local es de una secta, estoy de infiltrado con la policía".
Entré al local, oscuro. Mi amiga estaba bailando rodeada de babosos, como solía ser habitual. "Por fin llegas, no sé por qué mi amiga me recomendó esto, es tan raro… estoy intentando comportarme con "normalidad", pero tela, vámonos…". El local era oscuro, recordaba a la guarida de algún vampiro, y había varias fotos de Tarantino por las paredes, como si fuese un dios o un profeta.
Paró la música y empezó el discurso sobre el día final, ya había llegado y Tarantino vendría a liberar todo. Las primeras víctimas propiciatorias debían ser los no iniciados que estaban en el local. Y de repente sangre y vísceras por todo el local. Mi amiga tirando de spray de pimienta y yo repartiendo sopapos con el tonfa, y mi amigo con una escopeta recortada de las de barrer trincheras, ellos con cuchillos, a mordiscos y alguna pistola.
No sé como salimos del bar, ella ya armada con una Colt 1911 arrebatada a uno de los que había cegado con el spray, y yo había degollado con el machete que iba dentro del tonfa, y todo era pánico y sangre. Un viejo cádilac con ametralladoras disparando a la altura de los tobillos iba segando a la gente, mientras un tío con una Gatling de manivela iba desde la ventanilla trasera rematando la jugada. Algunos escapaban reptando por el suelo. Otros intentaban entrar dentro de los edificios. Y tras ese Cadillac, otro con Tarantino en pié en el asiento trasero con dos AK-47 de paracaidista, con culata plegable repartiendo tiros.
Policía a tiros, balas dum-dum, recortadas y subfusiles de 9mm casi rescatados de los museos (Tomy Gun, M3 Grease Gun, Sten, MP40) contra Colts 1911 y navajazos de los de la secta.
Correr, sangre, correr más, encontrarme con mi amigo. "¿Aún no te has largado de la ciudad? Pilla esto –una recortada- y desapareced". Correr y disparar, cortar alguna mano, ella con la Colt 1911, yo con la recortada, hasta que ella se hace con una MP40 de un policía muerto y varios cargadores.
Huir entre las tiendas, usando las columnas, saltando sobre cadáveres y gente mutilada por el Cadillac que segaba personas con las ametralladoras que llevaba montadas para tal fin. Llegar a mi viejo R11 y emprender la huída delante del Cadillac, dejando atrás la masacre. Gran Vía, Princesa, M-30, y relax, paz. No había llegado aún el caos. Llamadas de teléfono con el coche parado en Puerta de Hierro para avisar a la gente de que se larguen de la ciudad. Y a Barajas, a ver si hay algún billete de última hora que comprar, a cualquier sitio.
Algunas emisoras han caído, pues emiten el mensaje de "liberación" de la secta, y a Tarantino diciendo que es el día. En Barajas todo es caos y destrucción. No queda un alma viva. Hay poca gente, y todos muertos. Aviones dinamitados y partidos por la mitad.
Loring puede ser la solución, Rafa está de vacaciones y tengo las llaves del Hangar y de una de las Tecnam. Los tanques del Goloso van dirección Madrid. Se ha dicho a la población civil que se hagan fuertes en los domicilios, y veo a gente convirtiendo en bunkers sus pisos. Otros optan por juntarse en un solo piso y usar el material de 4 pisos en uno solo, para convertirlo en una mejor fortaleza. Y como si fuera USA, muchos se han hecho con ametralladoras que instalan en los pisos reforzados.
Ni un coche en la A1, llegamos a Loring. En la radio suena una llamada de liberación final, todos los de la secta son llamados a concentrarse en plaza España. Nosotros aún encontramos alguno de la secta en Loring. Estaban borrachos y habían llegado allí de casualidad. Un par de tiros y no pasa nada. Más tiros y no pasa nada. Lleva una especie de chaleco antibalas más que eficaz. Entonces me viene a la mente una escena de Starship Troopers y el uso de los cuchillos. Machetazo a la mano que intentaba sujetarme y luego a la cabeza. Igual suerte corría la pareja del tío que me había cargado yo, solo que a manos de mi amiga.
Arranco la Tecnam y en la radio Tarantino anuncia el comienzo de una nueva era. De repente un resplandor casi cegador, nos tiramos al suelo,y al levantarnos un hongo atómico sobre Madrid.
Estoy por registrarlo como guión de una película…
Listillo ni Tarantino en su mejores tiempos,¡la leche!.Yo también sueño lo mio es recurrente desde hace años yo soy la protagonista absoluta de una peli de zombies en todas sus versiones.
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