Desde Belfast son unas dos horas y media en tren. La primera hora es bastante aburrida, en cuanto a paisajes se refiere. Pero la segunda es espectacular, con la línea de tren paralela a la costa. Cerca de Castlerock (suena a Juego de Tronos, ¿eh?) se pueden ver un par de parajes que salieron en JdT, una playa y un templo. Para los aerotrastornados, un poco más adelante pasaremos por la cabecera del aeropuerto de Londonderry, así como junto al antiguo aeródromo (de hecho se cruza sobre una de sus pistas). En este mapa podéis ver ambos aeropuertos. Entonces pensé que un aeródromo sería más moderno que otro, pero ambos datan de 19141. El que está abandonado es el aeródromo de la RAF de Ballykelly (enlace 1 y enlace 2) y el actual aeropuerto de Londonderry, el RNAS Englinton.
Una vez en Derry encontramos una ciudad fortificada, con una muralla del siglo XVII. La muralla es peculiar, tiene un trazado que recuerda más a una muralla medieval, con tramos rectos y sus torres, que a una muralla de traza italiana, que hubiera sido más acorde con la época. Aun así tenía un par de baluartes en la zona que no daba al río. El paseo sobre ella es bastante interesante, y echar un ojo a los cañones que en ella tienen. Además existen dos museos militares en sendas torres
Para comer, nada que de mejor relación calidad precio que un Wetherspoon. Y de allí a pasear a la zona de Free Derry. Hay que pasar sí o sí por el monumento a las víctimas del Bloody Sunday (Domingo Sangriento). Desde allí, a ver los murales. Cada mural tiene al lado un cartel explicando qué es.
En la Casa de los Gremios (Guildhall) está ahora mismo la sala de plenos del ayuntamiento. También tienen un gran órgano, y una sala diáfana que puede alquilarse por 1000 libras esterlinas al día, así que igual se celebran bodas que jornadas de boxeo o conciertos. En la planta baja hay una exposición acerca de la colonización del Ulster, y de cómo fueron llegando los colonos y quién los financió. La idea original era establecer colonias y explotarlas comercialmente, además había que convertir o echar a los habitantes del Ulster e implantar la iglesia Protestante, eliminando a la local (la Romana o Católica). Al final, ni las colonias fueron tan rentables, ni se homogeneizó a la población ni se implantó una sola iglesia. De hecho, se introdujo una más, la Presviteriana. Así desde el siglo XVII estaban servidos los ingredientes para la que se armó en el siglo XX: dos comunidades instaladas en el mismo terreno, creciendo en competencia y sin colaborar la una con la otra, sin comunicación... y una de ellas con menos derecho que la otra (los católicos llegaron a tener prohibido tener posesiones, fueron vendidos como esclavos, o ¡no tuvieron derecho a voto hasta el siglo XX!). Con el ambiente mucho más calmado, ahora dos monumentos celebran que las dos comunidades se hayan tendido la mano para hacer la paz: el puente de la paz, y una estatua en la que se ve a dos personas, cada una en un pedestal, con un vacío entre ambos, dándose la mano en símbolo de unión.
A lo largo del paseo también encontramos algunos coches clásicos, en una casa dedicada al alquiler de limusinas para bodas, un cartel por los caídos de Derry en España, durante la Guerra Civil Española, con la gente de las Brigadas Internacionales o una estatua de un Ground Infantry, que forma parte de un monumento a los habitantes de Derry caídos en las Primera y Segunda Guerras Mundiales. El ocaso, a eso de las 16:30 marcó el final de la excursión, con la vuelta a casa en tren.
Disfrutad de las fotos (si pincháis en ellas se abren en grande)
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